
Las autoridades y empresas de Japón se han unido para promover el consumo de productos del mar capturados localmente para superar las reticencias desde que las aguas residuales tratadas de la planta nuclear de Fukushima fueron vertidas en el Océano Pacífico.
La descarga de aguas residuales llevó a China a prohibir las importaciones de productos del mar japoneses y alimentó boicots y escepticismo entre los consumidores.
A partir de finales de este mes, el Gobierno Metropolitano de Tokio lanzará una campaña de puntos para recompensar el consumo y las compras en tiendas y restaurantes especializados en pescado, dijo un portavoz.
Restaurantes de todo el país han lanzado sus propias campañas en apoyo a los pescadores, incluida la cadena de tiendas de sushi Kurasushi, que actualmente cuenta con una promoción a nivel nacional para el consumo de vieira.
Los precios de las vieiras han experimentado una fuerte caída. Junto con los pepinos de mar, son una de las principales exportaciones de productos del mar de Japón a China, que ha sido la más afectada por la prohibición de Beijing tras la descarga de agua de Fukushima el 24 de agosto.
Otros negocios que se han sumado a la tendencia incluyen la cadena de restaurantes de sushi Izumiya, los grandes almacenes Takashimaya que promocionan productos de pescadería en ciudades como Osaka, y Aeon Supermarkets, que realiza controles adicionales para tranquilizar a los clientes.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, y varios ministros, políticos e incluso diplomáticos compartieron fotografías de ellos mismos comiendo pescado y otros mariscos después de ser dados de alta, lo que las autoridades reguladoras internacionales consideraron seguro.
China ha sido la más crítica con la liberación, no sólo imponiendo una prohibición a nivel gubernamental, sino que también se cree que está detrás de una campaña de acoso telefónico contra empresas japonesas.
Las exportaciones japonesas de productos del mar a China (excluyendo el procesamiento) cayeron un 75,7 por ciento a 2,18 billones de yenes en agosto, según datos del Ministerio de Economía.
Prensa asociada australiana