- Según una nueva investigación de McKinsey, las previsiones muestran un crecimiento del 14% en la demanda de productos del mar para 2030 con respecto a los niveles de 2020.
- El 85% de las pesquerías del mundo están «fuera de su alcance», los niveles de productos del mar capturados en el medio silvestre son estables y la acuicultura no puede seguir el ritmo de la demanda.
- Mercados en Asia, América Latina, Europa y Oceanía, muchos de los cuales son de reciente desarrollo. Las restricciones regulatorias obstaculizan el crecimiento.

¿Por qué es importante?
Las restricciones regulatorias –especialmente aquellas relacionadas con las nuevas licencias de acuicultura– están impulsando la falta de suministro, lo que, según McKinsey, está contribuyendo a esta “escasez de productos del mar”.
«Para lograr una pesca bien gestionada, las licencias de pesca existentes son limitadas en muchas zonas, lo que convierte las nuevas cuotas en un recurso escaso», señala la investigación. Algunas de estas regulaciones están destinadas a garantizar una acuicultura más sostenible.
Una ventaja de los productos del mar alternativos es que no enfrentan las mismas regulaciones que el sector, ya que los productos generalmente se crean en un laboratorio, no en una granja. En teoría, esto los convierte en «una opción para escalar la producción».
Los productos pesqueros de origen vegetal han estado en el mercado durante años y actualmente representan alrededor de $14 millones en ventas minoristas en los EE. UU., según el informe. Los productos suelen utilizar ingredientes GRAS (generalmente reconocidos como seguros) y no requieren aprobación previa a la comercialización para su lanzamiento.
Los productos cultivados son otra cuestión. Ninguna empresa de piscifactoría en ningún lugar del mundo ha recibido todavía la aprobación regulatoria para vender a los consumidores. Este proceso (cosechar células de pescado y cultivarlas en biorreactores) es tan nuevo en el mundo alimentario que aún no se ha demostrado, por lo que estos productos no llegarán al mercado de la noche a la mañana, aunque ahora existe una vía regulatoria en EE.UU. y algunos países otras regiones. .
Dejando a un lado las cuestiones regulatorias, las nuevas empresas de pescado alternativo deben superar muchos de los mismos desafíos que enfrenta el resto del sector de proteínas alternativas: precio, sabor, textura y contenido nutricional de los productos.
«Una vez que estos productos se establezcan más en el mercado, quedará por ver cómo responderán los consumidores y cómo los productos seguirán evolucionando en consecuencia», afirma McKinsey.
Gran parte de esto se reduce a cómo las nuevas empresas marcan y comercializan productos a los consumidores. Este es el lugar más importante donde los productos del mar alternativos pueden aprender lecciones del sector de las carnes alternativas, donde muchas empresas luchan por comunicar sus valores a los consumidores.
Como señala el informe, «la industria aún debe trabajar para identificar a los consumidores objetivo clave y desarrollar mensajes que resuenen en ellos».